En medio de los conflictos económicos
por resolver, la dirigencia de All Boys deberá afrontar un nuevo
inconveniente antes del comienzo del nuevo torneo. Varios jugadores
que dejaron la institución inhibieron al club y en caso de no
arreglar el problema, ningún jugador que haya firmado con el club en
este mercado podrá jugar ante Chacarita, inclusive Losa, Jaime,
Stefanatto, Rivero, Martínez, entre otros. La deuda que All Boys
tiene con estos jugadores es de aproximadamente $4.000.000, en
concepto de falta de pago y los que presentaron el pedido fueron
Hoyos, Barzola, González, Olego, López, Perea, Pirchio y Madera.
Sin embargo, el que llamó la atención de los dirigentes fue el
pedido de Fernando Sánchez. El Cabezón reclama la obra social para
su familia y el mecanismo para exigirlo es por medio de la inhibición
en Futbolistas Argentinos Agremiados.
Muchos se deben disgustar porque el Cabezon siendo un jugador histórico de la institución haya optado por ese decisión. Sin embargo al ser algo tan delicado como la obra social de la familia está en todo su derecho. Lo preocupante es que aún adeudando 4 meses de sueldo al plantel, me pregunto: ¿Cómo es que traen tantos refuerzos? No es la primera vez que ex futbolistas que pasaron por el club desean cobrar lo que les corresponde y optan por la vía judicial. Lo que no entiendo es por qué los dirigentes no hacen lo posible porque la situación no se repita y toman por ejemplo políticas como ciertos clubes que casi no traen refuerzos y achican la deuda... Hay que analizar la realidad institucional y a partir de allí tomar metas a corto plazo. Es para pensar.
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